El XXIII Congreso de SEIOMM en Granada contó con una amplia cobertura por parte de la televisión y radio autonómicas de Andalucía. Informativos y programas de Canal Sur se hicieron eco de las novedades científicas dadas a conocer en nuestra cita anual. Uno de esos espacios, ConCiencia, que dirige y presenta la periodista Fátima Ruiz, dedicó a SEIOMM unos quince minutos de su tiempo. Reproducimos aquí la entrevista que le hicieron a nuestro presidente electo, Manuel Naves.
¿Qué es la SEIOMM?
Nacimos en 1987 para aglutinar la clínica que se hacía en el hueso y a los profesionales que hacían experimentación básica. Es una sociedad multidisciplinar que engloba prácticamente todas las especialidades, no solo la traumatología o la reumatología, de las que podríamos pensar que son las más relacionadas con el hueso, sino todas las especialidades médicas. Además, tenemos un grupo de investigadores básicos que la complementa.
¿Por dónde van las líneas de investigación?
Son variopintas. Tratan de abarcar muchos aspectos y todos con el fin de solucionar la osteoporosis, que es el mayor problema que va a desencadenar una fractura en el futuro.
¿Está infradiagnosticada la osteoporosis?
Sí. Entre otros motivos, porque los densitómetros no son accesibles a toda la población y de muchas personas pasa desapercibido su diagnóstico de osteoporosis hasta que tienen una fractura. Es entonces cuando realmente se encienden las alarmas.
Hablemos de la senescencia de los huesos, de ese envejecimiento progresivo al que achacamos, por ejemplo, las roturas de cadera en edad avanzada.
El proceso de senescencia celular, que no es solo propio del hueso sino de todo el organismo, está asociado al envejecimiento. Actualmente está muy en boga la investigación para tratar de frenar esa senescencia, para que las células vivan más y que los problemas asociados al envejecimiento, como la osteoporosis, las enfermedades cardiovasculares o enfermedades de tipo tumoral, se retrasen en el tiempo. Las investigaciones punteras van por ese campo.
Epigenética de los huesos. Hasta ahora no se había prestado atención a los cambios en el ADN. Pero ¿tienen un papel fundamental?
En los últimos años se ha dado importancia a los cambios epigenéticos. Nuestro material genético se pensaba hasta ahora que eran estructuras “que estaban ahí” destinadas a una función fija y definida, pero hoy se conoce que esas marcas genéticas son capaces de regular nuestro material genético. Ahora prestamos más atención a estos fenómenos epigenéticos, no solo en el hueso sino en todos los campos de investigación del organismo.
Las células madre han tenido un papel importantísimo en el campo cardiovascular en cuanto a la regeneración de tejidos. ¿También se pueden aplicar en el caso de la investigación ósea?
Se está investigando probablemente por detrás de otros campos, como por ejemplo en la regeneración de tejidos en pacientes infartados masivos. Pero sí, se está investigando. Se intenta, con el aporte de células madre, recuperar un hueso totalmente deteriorado y hacerlo funcional.
Los modelos tridimensionales, la simulación e incluso la ampliación del hueso a través de modelos 3D, que hasta ahora se está aplicando en la clínica, creen ustedes que también sería positiva su aplicación en los cultivos. ¿Por qué?
Porque hasta ahora todo lo que se ve en un cultivo es en 2D, lo que podemos ver con el ojo humano. Es una vista parcial de lo que pasa, cuando las tres dimensiones permitirían precisar más las funciones biológicas que tiene ese hueso.
Sobre la importancia de los osteocitos en la regulación de los huesos y el organismo, ¿qué nos dice?
El osteocito es una célula que queda embebida dentro de la matriz inerte del hueso una vez que este se mineraliza. Se pensaba hasta hace poco que no tenía ninguna función. Pero ahora se piensa que es capaz de establecer señales con su entorno en función de las necesidades del organismo. De hecho ahora mismo al hueso, gracias a esta función de los osteocitos, se le considera una especie de sistema endocrino. Hasta ahora se creía que el hueso era algo inerte que mantenía la estructura, los órganos vitales protegidos, pero se desconocía esa importancia del hueso en el desarrollo del organismo en su conjunto.
¿Qué están investigando en su lugar de trabajo?
En la Unidad de Gestión Clínica del Hospital Universitario Central de Asturias, no solo abordamos el campo del hueso “puro y duro”, sino también el de la nefrología. Uno de los problemas de los pacientes renales es que tienen un hueso muy deteriorado, y estamos viendo cómo podemos abordar la mejora del hueso a través de distintas estrategias. Por ejemplo, estamos interesados en la vía de Wnt, que es una vía de formación de hueso y que está afectada en la enfermedad renal.
Háblenos un poco más sobre el escenario futuro, si salen adelante las hipótesis que plantean.
Estamos tratando de ver cómo están afectando en el hueso del paciente renal la hormona paratiroidea, que suele estar muy elevada, y klotho –la llamada “proteína del antienvejecimiento”— para diseñar estrategias con las que mitigar los efectos adversos que tiene la enfermedad renal en el paciente renal. Ahora mismo estamos estudiando estos efectos en investigación básica, primero cultivos celulares, estamos también abordando estos estudios en modelos animales transgénicos. El siguiente paso es la aplicación al humano para poder beneficiarle de alguna manera.
La investigación en nuestro país en torno al hueso y del metabolismo mineral, ¿es relativamente reciente?
La SEIOMM lleva bastantes años de tradición en investigación básica, de hecho yo seré el primer presidente de la SEIOMM “básico”. Creo que hay grupos muy punteros que están haciendo muchas cosas interesantes y formándose en Estados Unidos y Europa, para aportar su experiencia cuando vuelvan.
Denos algún ejemplo.
Jesús Delgado-Calle, un cántabro que está en Estados Unidos haciendo un trabajo excepcional en el campo de los osteocitos. Hay bastantes relaciones. Desde SEIOMM se está apostando no solo por la investigación clínica, que al fin y al cabo es la que revierte en el paciente, sino también por la investigación básica y por la traslacionalidad de la básica a la clínica.
¿Se puede prevenir la osteoporosis?
Se puede hacer un esfuerzo importante por mejorar la salud ósea. Los hábitos tóxicos son perjudiciales. Todo el mundo sabe que fumar en exceso o el alcohol son factores a favor de la osteoporosis. Además, hacer una vida sana, con una alimentación adecuada, con una ingesta adecuada de lácteos, evitar la vida sendentaria… todo ello va a ayudar a prevenir esa pérdida de hueso que llegará con los años.